Jaque a Simon

Después de la caída de Valdivieso, queda claro que se vienen cambios ministeriales. Una vez controlado el tema de la corrupción petrolera, en el congreso, en los medios y en el poder judicial, ya no es necesario el lavado de cara al gobierno. Valdivieso era un ministro ausentista, con poca presencia, pero no era conveniente cambiarlo en plena crisis de corrupción petrolera. Capeado el temporal, y desmontado el ataque de los adversarios, el caballo, la torre y los peones pueden dejar la posición de defensa del rey y pasar a la posición ofensiva.

Ante los recientes sucesos, tan condenables como extraños de Pómac (¿Francotiradores infiltrados que disparan a matar con AKM y G3?, aquí, ¿Policías sin agua y sin comida? aquí) el congresista aprista Edgar Núñez, presidente de la comisión de defensa del congreso, pide la cabeza de Simon, que éste ponga su cargo a disposición. Más diplomático, el congresista Gonzáles Posadas dice que es innecesario que renuncie, pero que sí explique los hechos. Las muertes de los policías ocurrieron precisamente en la región de Simon.

Es claro que Simon está en la mira, y que, controlados los daños por la corrupción petrolera, ya no es necesario...Cuando Simon sea cuestionado, ¿quién lo defenderá? ¿Los alanistas que lo pusieron? Si Carranza volvió, ¿Del Castillo también? (para deleite de los conflictólogos).

Las consecuencias políticas del caso Pómac apuntan no sólo a la caída de Simon, sino que van contra las organizaciones de derechos humanos, que no defenderían la vida de los policías, y por una mayor represión contra futuras protestas en el país (tal vez tipo las torturas de Majaz).

Aquí se han violado los derechos humanos de los policías. Los responsables deben ser capturados y sancionados ejemplarmente. Quienes los expusieron de esta manera, también.

Actualización: Raúl Wiener también ve un Simon en capilla, aquí.

A2: Conferenca de prensa de Yehude Simon. Se pregunta sobre los pozos tubulares construídos en Pómac. Niega que haya dado la orden que los policías fueran desarmados.