sábado, 25 de octubre de 2008

Libertad para Magaly González y Roque Medina

Dice Aldo Mariátegui
Discrepo de varios colegas que me han comentado que Magaly ya se merecía un estatequieto por sus excesos y que sólo critican a la jueza por haberle dado unos desmesurados cincos meses en lugar de unos diez días. Un periodista no debe estar ni una hora preso por ese supuesto. Es tan primitivo como cortarle la mano a un ladrón para castigarlo.

Ojalá que la propia Magaly -y otras Casas Editoras- se una a esta campaña. Recuerden la reflexión del pastor protestante Niemoeller: ... primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista. Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío. Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista. Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante. Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie a quien decir nada....
y dice bien... Desde luego una injusticia con una persona es una señal de peligro para mucha más gente. El tema es que antes de Magaly tenemos el caso de Roque González (y posiblemente muchos otros casos de los que ni tenemos idea).

La prisión para Magaly es excesiva, pero para Roque es inexplicable. Otros miembros de su grupo salieron libres mas no él ¿por qué?. Tocaría proporcionar la reacción solidaria ante estas dos situaciones, pues la reflexión de Niemoeller se aplica también a Roque González. Cuando se trata de algo así debemos trascender el principio de simpatía o antipatía con los personajes afectados.

Magaly Medina comenzó en la televisión, ver aquí:
Magaly: "Lo que nos llega de Ferrando es ese programa chabacano, pues, es chabacanísimo. ¿Eso vende? Eso vende. No hay que dar al público, televidente o lector, o lo que sea, lo que le gusta, sino más bien hay que tratar de elevarle su nivel en vez de bajarlo a término cero".
Hizo todo lo contrario, y se excedió, como si estuviera por encima de la ley. Sin embargo, su oportuna detención y encarcelamiento es excesiva, mediática, distraccionista.

En cambio, Roque González La Rosa no violó la ley en absoluto. Participó en un evento izquierdista, con todos los asistentes regresando a sus países sin hostigamiento alguno. El Perú es el único país donde ese evento ha sido criminalizado. Absurdo.

Más aún, mientras Adolfo Olaechea Cahuas es absuelto, con la decisiva acción del fujiaprista Javier Maximiliano Alfredo Valle Riestra González Olaechea, Yehude Simon Munaro es indultado (declarado culpable, condenado e indultado por el Presidente Paniagua) y designado primer ministro, Roque González La Rosa sigue en prisión no por otra razón que POR SUS IDEAS POLÍTICAS. Escribir un artículo sobre la empresa de seguridad de la minera Yanacocha le valió ser hostigado en 2007 como "terruco chavista", aquí. No se ha evidenciado ningún comportamiento ilegal. Ya es tiempo de que salga en libertad.

En tal sentido, la frase citada por Mariátegui se aplica mucho más a Roque González que a la mediática y bien arropada Magaly Medina.

Desde luego que discrepo en general de las ideas del señor González, ver aquí, pero al respecto me aunaré a la amplia reflexión mariateguiana, y le añadiré la reflexión de Voltaire, muy pertinente en este caso:
No comparto tus ideas, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlas.




Magaly Medina y Roque González: dos encarcelamientos, dos estándares.

La primera ha sido condenada; el segundo, no.

Mucha solidaridad con la primera, abandono al segundo.

Pues no. Libertad para Magaly....y para Roque, también...

Imágenes tomadas de aquí y aquí.

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2 comentarios:

Blogger Luis Enrique Aguirre ha dicho...

Hola Silvio:

Discrepo amablemente. Lo excesivo es la comparación que hace Mariátegui: no se puede comparar la cárcel con cortar la mano. Es una exageración totalmente retórica. Después de la cárcel Magaly podrá seguir haciendo su programa. ¿Quién le ha cortado la creatividad?

También discrepo con que la sentencia sea distraccionista. ¿De qué nos está distrayendo precisamente? ¿Mediática? Bueno, sin duda, pero eso es inevitable.

Pero repensar la difamación sí me parece un ejercicio interesante y es por eso que el caso de Magaly es importante desde mi punto de vista. Sobre todo para la blogosfera que viene discutiendo ese tema hace mucho tiempo.

Ahora, si la cárcel es excesiva, ¿cuál sería un castigo apropiado? Algunos dicen que una multa muy alta también tiene sus bemoles. En un artículo de Tony Pederson que cité en mi blog se lanzaba la muy interesante hipótesis de que las mentiras en los medios -así como son inevitables- son necesarias para establecer la verdad y que, por lo tanto, había que descriminalizarlas. El público tiene derecho a acceder a TODA la información -la verdadera y la falsa- para poder decidir ella misma lo que considera correcto. No suena mal, pero lamentablemente la verdad y la mentira no siempre están en igualdad de condiciones al momento de ser difundidas. Quizás lo que Pederson implícitamente está esperando es que la competencia entre los medios funcione como una especie de podadora en el árbol de la verdad, una que vaya eliminando de a pocos las ramas mentirosas. En ese sentido, gran parte de la culpa entonces de que esta difamación se haya instalado como una leyenda urbana la tienen los otros periodistas del espectáculo, que por lo general se cuelgan de los destapes de Magaly sin investigarlas a profundidad. Si Magaly es la reina es porque los demás no están haciendo su trabajo, solo parasitan del ajeno. El público es el que sale perdiendo.

saludos

26 de octubre de 2008, 11:23  
Blogger Silvio Rendon ha dicho...

De acuerdo con que la difamación debe ser castigada. No debe haber impunidad. El tema es si con pena de cárcel. Me suena excesivo. Una buena multa podría seguramente haberla disuadido de seguir con las difamaciones.

Es distracccionista porque acapara la atención de la prensa en un momento político crítico.

Y sobre la mentira, el tema no es que alguien mienta en sí, sino que difame a otra persona.

Claro que la de Mariátegui es una comparación excesiva, pero para tal caso, todo el tema de Magaly es excesivo en comparación con otras personas que no deberían estar en prisión, cual era mi énfasis.

Saludos,

S.

26 de octubre de 2008, 12:01  

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